Las bacterias verdes del azufre o Chlorobi constituyen un pequeño grupo de bacterias que realizan la fotosíntesis anoxigénica.[1] Son fotolitoautótrofas obligadas que usan sulfuro de hidrógeno (H2S) o azufre (S) como donantes de electrones (por comparación, las plantas durante la fotosíntesis usan agua como donante de electrones y producen oxígeno). Las estructuras donde se almacenan los pigmentos fotosintéticos están unidas a la membrana y se conocen como clorosomas o vesículas clorobiales. Estos clorosomas contienen bacterioclorofila "c", "d" y "e".
Estas bacterias se encuentran en las zonas ricas en azufre y anaerobias de los lagos. Algunas de estas bacterias contienen vesículas que les permiten ajustar la profundidad para conseguir una cantidad óptima de luz y H2S ya que estas bacterias son generalmente inmóviles (se conoce una especie que tiene un flagelo). Otras especies no tienen vesículas y se las encuentra en el fango rico en azufre en el fondo de los lagos y lagunas. Estas bacterias son bien diversas morfológicamente y se pueden presentar como bacilos, cocos y vibrios. Algunas crecen solas, otras en cadenas y pueden ser de color verde grama o marrón chocolate.
Una especie de bacteria verde del azufre ha sido encontrada viviendo en una fumarola de la costa de México a una profundidad de 2.500 metros bajo la superficie del Océano Pacífico. A esta profundidad, las bacterias, denominadas GSB1, viven del débil resplandor del respiradero termal puesto que ninguna luz del sol puede penetrar a tal profundidad.[2]
Las bacterias verdes del azufre se clasifican en la familia Chlorobiaceae que, al no estar estrechamente emparentada con ninguna otra, se incluye en su propio filo, Chlorobi. El grupo más próximo es Bacteroidetes